1. Experiencia: Experiencia en la limpieza de hogares, oficinas o instalaciones comerciales. Conocimiento de diferentes técnicas de limpieza, equipos y productos. Capacidad para realizar tareas de limpieza profunda, incluyendo alfombras, ventanas, y áreas difíciles de alcanzar. 2. Habilidades: Habilidad para organizar y gestionar el tiempo de manera eficiente. Destrezas en la manipulación de equipos y productos de limpieza, siempre respetando las normas de seguridad. Buen ojo para los detalles, asegurándose de que todas las áreas queden perfectamente limpias. 3. Responsabilidad: Capacidad para seguir instrucciones y protocolos específicos. Disposición para aprender nuevas técnicas de limpieza o productos. Capacidad para mantener la privacidad y confidencialidad en el lugar de trabajo. 4. Cualidades Personales: Ser meticuloso y confiable. Buena disposición, actitud proactiva y comunicación efectiva. Flexibilidad para adaptarse a diferentes entornos de trabajo y horarios.