En concreto, mi experiencia fué con mi abuela, quién llegó a un momento que le costaba reconocer las personas, y era complicado tener un diálogo, digamos "normal". Entonces tuve que aprender a comunicarme con ella por medio de la comida, y de sus necesidades, dado que lo primordial era saber interpretar el momento en que precisaba ayuda, e intentando que en el resto de rutinas que realmente no e hiciera falta la ayuda de un tercero se pudiera valer por si misma, ya sea pintándose, pelando papas (le gustaba mucho una comida argentina llamada "la bomba de papa"). Esta fúe mi experiencia, en la que desarrollé las capacidades necesarias que hacen falta para este tipo de trabajo, entiendo que me ayudó que soy muy tranquilo, y con respeto, respeto se obtiene.